Hoy los dejaremos con una rareza que satisfacerá tanto a los fanáticos del cine de acción como a metaleros. Austrian Death Machine es un grupo de Death Metal liderado por Tim Lambesis, vocalista de As I lay Dying, quien toca todos los instrumentos, y que tiene la particularidad de que interpreta canciones con letras basadas en frases de películas del emblemático Arnold Schwarzenegger, buscando rendir homenaje pero parodiar a la vez.
Tiene dos discos, «Total Brutal» (2008) y «Double Brutal» (2009), donde se intercalan temas como «Get to the Choppa» (de Depredador), «I need your clothes, your boots, and your motorcycle» (Terminator 2), «Allow me to break the ice» (Batman y Robin), «Conan, what’s best in life» (Conan el bárbaro, obvio), entre otros.
Específicamente dejaremos dos videos hechos por fans, quienes tomaron escenas de dos de sus películas más famosas. El primero de ellos es «If it bleeds, we can kill it», de Depredador, y la segunda es «Come with me if you want to live», de Terminator 2. Así que sin más, los dejo con Austrian Death Machine, Arnold y ¡Metal!
Austrian Death Machine – If it bleeds we can kill it
Austrian Death Machine – Come with me if you want to live
Si hay un villano implacable, que no se detendrá ante nada por cumplir su objetivo, altamente poderoso, destructivo, metódico y con increíbles capacidades físicas, ese es el T-1000 (Robert Patrick). Un terminator del futuro que es enviado al pasado para asesinar al adolescente John Connor, quien será el líder de la resistencia contra las máquinas, y que aparece en la segunda película de la franquicia, «Terminator 2: El juicio Final«.
Pero este no es un terminator cualquiera, al menos no como el T-800, el modelo de Arnold Schwarzenegger, sino que es un «upgrade», un prototipo creado por Skynet (la inteligencia artificial tras los terminators) construido y hecho de una «polialeación mimética» de metal líquido y un nanochip que le permite regenerarse. ¿Cuchillos, balas, atropellarlo?, nada sirve, siempre volverá a su forma original para perseguirte y asesinarte.
Pero estar compuesto por metal líquido no solo sirve como un mecanismo de defensa, ya que este terminator puede modificar su cuerpo, tomando la forma física de cualquier persona u objeto que toque, transformando sus brazos en cuchillas al estilo Baraka de Mortal Kombat o en palancas para abrir puertas selladas. Sin embargo, esta habilidad no le sirve para transformarse en objetos demasiado complejos, como bombas o un tanque (en parte porque deben tener su mismo tamaño), lo cual sería una ventaja demasiado excesiva para la trama.
Además, si consideramos que tiene las habilidades del T-800, como una fuerza sobrenatural, puntería envidiable y poder imitar la voz de cualquier persona, se le debe sumar dos puntos importantísimos. Uno: puede correr a alta velocidad, así que si no tienes un vehículo motorizado, «hasta la vista baby», y dos: No es ningún imbécil, pues su «disfráz» es el de un policía, por lo que a vista y paciencia de la sociedad no es considerado como una amenaza, teniendo acceso además a los archivos de esta fuerza pública.
Así que en resumidas cuentas nos encontramos ante un asesino cibernético con ventajas considerables y altas por sobre nuestros protagonistas, los cuales deberán encontrar la mejor forma para escapar de él y si es posible, detenerlo. El T-1000 a mí parecer es el mejor villano de la franquicia y la verdad fue una verdadera decepción que no volviera a aparecer su modelo en las películas siguientes, los cuales a pesar de ser huesos bastante duros de roer, no tienen el estilo y la sensación de amenaza que entrega este terminator de metal líquido.
Así que ya sabes, puedes intentar correr, puedes intentar esconderte, pero el T-1000 te cazará a cualquier costo, es el villano de capacidades físicas por excelencia, un badmotherfucker del futuro con una orden primaria en su cabeza, matar a John Connor, y nada ni nadie se podrá interponer en su camino, es por eso que «You don’t fuck with T-1000».
Cerramos oficialmente el especial de James Cameron acá en Cinethebastards. Han sido varios días en los que hemos revisado los éxitos de éste director, en base a su última producción Avatar, la cual está arrasando en los cines de un tiempo a esta parte. Esperamos que realmente se hayan entretenido con las distintas entradas y que de paso se hayan informado con los datos que les hemos entregado.
Sabemos que nos faltaron películas de su filmografía como «The Abyss» (El abismo, 1989), «True Lies» (Mentiras verdaderas, 1994), y que muchos se preguntarán «¿qué pasó con Titanic (1997)?». Bueno, consideramos que ésta última producción no va en la línea de acción/ciencia ficción de los reviews que hicimos de este notable director. Además, no nos es posible revisar todos sus trabajos, sería un especial demasiado largo.
Así que es la hora de dar vuelta la página y continuar con otros reviews, pero para darle un cierre de oro a estos últimos días de Cameronmanía, los dejaremos con un video tributo realizado por jweird20, el cual muestra distintas escenas de las películas de Cameron, bajo el poderoso sonido de Metallica y su canción «Enter Sandman». Los films que abarca son «Terminator«, «Aliens«, «True Lies» y «Terminator 2«. ¡Disfruten!
Para «Terminator 2: Judgement Day«, James Cameron grabó un final alternativo que nunca fue utilizado (excepto en los extras del DVD edición especial), debido a que el productor ejecutivo, Mario Kassar, quería dejar abierta las posibilidades de continuar con la franquicia. Dicho final ha permanecido en carpeta acá en Cinethebastards desde que se dio inicio al Blog.
ATENCIÓN: Desde acá puede haber información que no quieres leer si no has visto la película.
A diferencia del final real donde la cámara avanza por una carretera y se escucha en off la voz de Sarah Connor (Linda Hamilton) hablándonos sobre el destino y la esperanza de que la humanidad finalmente pueda vivir en paz, en este final damos un salto violento desde la «muerte» del T-800 (Arnold Schwarznegger) al futuro (2027), donde Sarah ya es una anciana y está revelando sus pensamientos, hablándole a una grabadora.
La fecha del juicio final, agosto 29 de 1997 nunca sucedió en este final, debido a la destrucción del chip y el brazo del Terminator de la primera película, y de los dos Terminator de la segunda. Sarah nos habla de que aún no puede olvidar el futuro y la guerra que lograron evitar, que John ha establecido una vida normal, y cierra su discurso afirmando que si un Terminator puede aprender el valor de la vida humana, tal vez nosotros también podamos.
PD: Atención con la mención a Michael Jackson.
Sin más, los dejo con el final alternativo de «Terminator 2: Judgement Day»:
«Terminator 2: Judgement Day» («Terminator 2: El juicio final», 1991) es simplemente una obra maestra del director James Cameron. Si con la primera parte de esta franquicia ya había llamado la atención de los fanáticos de la acción y la ciencia ficción, con ésta secuela simplemente les voló la cabeza, un headshot a todos aquellos que quedaron con ganas de más.
La trama, como debe ser, se vuelve más compleja aún, y se situa años después de los eventos de Terminator. Skynet, cerebro de las máquinas, luego de fallar en su intento por asesinar a Sarah Connor (Linda Hamilton), antes de que tuviera a su hijo, John Connor (Edward Furlong), líder de la resistencia humana en la guerra del futuro (Ver Terminator 1), envía un segundo Terminator al pasado, pero con otra misión: Asesinar al mismísimo John cuando todavía es un niño, un preadolescente.
Pero esta vez el Terminator enviado al pasado es un modelo avanzado, el T-1000 (Robert Patrick), el cual está hecho de metal líquido y puede tomar diversas formas como cuchillos y otras armas contundentes, así como adquirir la forma de personas, todo un peligro considerando además que estas máquinas asesinas pueden imitar cualquier tipo de voz. Se ve más débil que el T-800, pero créanme, eso sólo aumenta la sorpresa de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
La resistencia humana del futuro también se entera de este segundo plan de Skynet, y John Connor envía al pasado a otro Terminator, formato T-800 (Arnold Schwarznegger), al cual le han modificado su memoria (chip) para cumplir la misión de salvarlo a él mismo en el pasado. Si en la primera película era «humanidad vs. máquina», ésta vez es una «lucha de titanes», con una importante ventaja por parte de Skynet y con un giro inesperado, ya que el T-800 pasó de ser antagonista en la primera, a ser uno de los héroes en la segunda.
Por otra parte, Sarah Connor, ha sido internada en un psiquiátrico luego de intentar explotar unas instalaciones que darían pie a la creación de Skynet, y ha permanecido encerrada largo tiempo. Además, el hecho de que contara toda la historia de los Terminator y de la guerra del futuro no le ayudó para nada. Está traumada con su conocimiento del apocalípsis y la guerra que vendrá e intenta advertirle a la humanidad en vano. Su personaje, en el intervalo entre la primera y la segunda película se ha transformado en una guerrera con conocimientos en explosivos, manejo de armas y que sigue un estricto entrenamiento físico militar, inclusive en su celda.
John Connor por otra parte es un rebelde, un «niño problema» que vive con sus padres adoptivos, a los cuales no les tiene ningún cariño, maneja una motocicleta mientras escucha Gun’s n Roses, y sabe manipular los cajeros automáticos para sacar todo el dinero que necesita. Simplemente, un delincuente de poca monta. La mejor interpretación de Connor a mí parecer, seguida por la de Christian Bale en «Terminator Salvation«.
El T-1000, al llegar al presente toma la forma de un oficial de policía e inmediatamente busca a John Connor por sus antecedentes delictuales en la computadora, mientras que el T-800 entra a un bar, consigue ropa y una moto, poniendose en marcha para cumplir su misión. Ambos lo encuentran al mismo tiempo, produciéndose la primera épica batalla entre las máquinas.
Luego de éste primer encuentro entre John y el T-800, el cual está programado para seguir sus órdenes (el sueño de todo niño), y de superar la sorpresa de que las historias de su «loca» madre, eran reales, John decide ir a sacarla del psiquiátrico para salvar su vida, lo cual llevará la trama a otros ribetes, mientras madre, hijo y Terminator escapan del T-1000.
Pero la película, a diferencia de la primera, que consta de la sobrevivencia de Sarah Connor para preservar el futuro, en esta Cameron agrega el elemento en la trama de la posibilidad de poder cambiar el futuro, de crear otro destino mediante las acciones del presente. No entraré en detalles para no contarles más de lo necesario, pero realmente es una propuesta interesante y que podría haber cerrado la saga de Terminator en un 100%, una lástima que las ganancias por películas puedan modificar el sentido del espacio-tiempo, y sí, hablo de «Terminator 3: La rebelión de las máquinas«.
Por otra parte, los efectos especiales de esta película han sido elogiados reiteradamente, incluso hasta el día de hoy, en gran parte por su increíble manejo de las imágenes generadas por computadora (CGI), sobre todo en las memorables escenas del T-1000. De hecho, ganó cuatro premios Oscar por: mejores efectos visuales, mejor sonido, mejor maquillaje y mejor edición de sonido. Toda una experiencia para los fanáticos de los estímulos audiovisuales.
Pero más allá de las espectaculares escenas de acción hay un profundo desarrollo de los personajes, todos evolucionan y cambian mientras avanza la trama, lo cual nos entrega un descenlace satisfactorio y esa sensación de que hemos visto una excelente película. Un film totalmente recomendado acá en Cinethebastards y la mejor parte de toda la saga a mí parecer.
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